sábado, 8 de enero de 2011

La llegada de Toby a casa

Toby aún no tenía ni 2 meses cuando lo cogimos, y era menos de la mitad de grande que ahora, bueno, os contaré como sucedió:

Hace más de un año que intenté conseguir un perro, mi madre quería que fuese pequeño para que estuviese mejor en nuestro piso, y buscamos chihuahuas.

Antes de esto, fueron más de 2 meses de: Mamá quiero una mascota.

Al final la convencí, y encontramos un chihuahua muy bonito, del tamaño de una lata de bebida, pero al final no pudimos cogerlo... palabras de mi abuela:
-Por la misma puerta que entra el perro, salgo yo.

Y claro, mi madre trabaja, mi padre vive en otra casa, y mi abuela es la que nos cuida, así que era imprescindible que se quedase.

El año pasado, al empezar el curso, mi abuela se fue a su casa, porque ella dice que ya somos lo suficientemente mayores para cuidarnos nosotros mismos
(lo digo en plural porque tengo un hermano mayor).

Fue irse mi abuela, y empecé otra vez con la fase de: Mamá, quiero un perro.
Mi madre en parte ya no quería, y una vez le comenté la posibilidad de tener peces, y ella me compró dos goldfish comunes (Tres Colas) para ver si así se me iba lo del perro.

Efectivamente, se me fue, pero al cabo de un mes volvió, y si, conseguí convencerla.

Empezamos a buscar chihuahuas, pero descubrimos su fragilidad y su gran cantidad de enfermedades posibles, así que probamos con bichón maltés toy.

Al cabo de unas semanas de búsqueda intensiva por internet de "regalo bichón maltés", mi madre me dijo que probase a buscar sólo si regalaban un cachorro.

Lo puse en Google, y había un anuncio en www.segundamano.com, y lo miramos.
Ahí aparecía Toby, su edad y su raza. Debajo, un número de móvil.
Fue levantar a mi madre de su siesta habitual y llamar. Quien me iba a decir a mi que esa misma tarde volvería a casa cumpliendo el sueño que tantas noches había tenido...

En fin, quedamos en un bar, La Comidilla, y una chica llamada Sandra estaba allí, con su madre y con un cachorro en brazos.

El cachorro se lo había regalado su amiga, la dueña de su madre, pero sus abuelos estaban mal, y volvieron del pueblo, así que tenía que regalarlo, para su desgracia y para mi fortuna.

Sandra me dio un jarabe llamado Telmin, (1 vez/día, 3 días seguidos, 1 vez/mes)
Me dio también unas golosinas para él, su comida, su vaca de peluche, y a Toby, que hoy ya es para mi y para mi madre, uno más de la familia.

El nombre de Toby se lo había puesto Sandra, es el nombre más clásico de perro que hay, y el más oído, pero me gusta como suena: T-O-B-Y

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